No, los árboles no son el pulmón del planeta
Aunque son muy importantes para la vida en la Tierra, hemos vivido durante muchas décadas con el falso mito de que los bosques y las selvas nos proporcionan todo el oxígeno que respiramos, y esto no es del todo así. ¡Te lo contamos a continuación!
Los ecosistemas terrestres tienen un papel fundamental equilibrando las temperaturas y aportando su grano de arena en el ciclo de lluvias, además de capturar también dióxido de carbono, aunque su contribución generando oxigeno se encuentra estimado entre el 15% y el 30% del total de oxigeno de nuestro planeta. Y entonces, ¿de dónde proviene el porcentaje restante de oxígeno? ¿Quién es el encargado de generar este bien tan preciado para todos?

Los océanos nos dan vida, literalmente
Así es. La principal fuente de oxigeno es el conjunto de fauna marina que vive en nuestros mares y océanos. Más concretamente, los protagonistas son las plantas fitoplancton, algas marinas, algas y plancton que habitan en el agua salada.
Además, que el 70% de la superfície de la tierra sea agua tiene mucho que ver: mientras que los árboles pueden crecer como máximo a 120 metros de altura, los océanos más profundos alcanzan los 11.000 metros. Y es ahí donde se produce la magia a través de la fotosintesis, el conocido proceso mediante el cual se transforma el dióxido de carbono y la luz solar en azúcares que el organismo utiliza para obtener energía.

Y entre todos estos actores, el fitoplancton Prochlorococcus es la estrella
Se trata del organismo fotosintético más abundante de la Tierra y es el encargado de generar incontables toneladas de oxígeno. ¡Se calcula que genera el oxigeno para una de cada cinco respiraciones que realizamos!
Por ello es importante seguir demostrando todo nuestro respeto hacia la naturaleza con acciones y comportamientos que no comprometan sus ecosistemas. Podemos hacer mucho y cada acción suma: utilizar menos productos de plástico, apostar por materiales biodegradables, no abandonar basura en la naturaleza, reciclar, usar cosmética sostenible para no contaminar los mares con químicos y un largo etcétera.